Los momentos estelares del pugilismo parecen desarrollarse en plico, bajo unos focos cegadores y miles de ojos clavados en mculos tensionados. Pero no es astodo comienza a gestarse mucho antes. En soledad. Sudando hasta la extenuaci en gimnasios con olor a axila de sano, trotando en campos y parques, entre sombras y silencios de madrugadas frs. El peso, la dieta, el descanso, no a las salidas nocturnas. Sacrificio, sacrificio, sacrificio.Es ahdonde comienza a germinar el ito. La puesta en escena no es m que la acumulaci del esfuerzo y el sacrificio labrado casi siempre en soledad, casi siempre en mitad de la incomprensi. Puede construirse una metora m semejante a la vida que las que brinda el boxeo?